top of page
Buscar

Tablilla X






Siduri era una tabernera

que vivía a orillas del mar

Poseía estanterías y toneles de oro

y se cubría con velos


Gilgamesh se acercó vagando

Estaba cubierto por una piel

y lucía espantoso


Su cuerpo era la carne de los dioses

pero en su corazón había tristeza

Su rostro reflejaba alguien que viene de lejos


Cuando la tabernera alzó su rostro

y lo vio a la distancia

tomando consejo de su propia mente

se dijo a sí misma:

«Seguramente este hombre

es un cazador de bestias salvajes

¿Pero de dónde vendrá

dirigiéndose derecho hacia mi puerta?»


Así la tabernera lo vio

cerrando la puerta de la taberna

Cerró la puerta y luego

subió a la terraza


Pero Gilgamesh la oyó

y levantando su pera le dijo:

«¿Por qué tabernera cierras tu puerta

tan pronto como me ves?

Cerraste la puerta

y subiste a la terraza

Tiraré abajo la puerta

Destrozaré las trabas»


La tabernera le dijo a Gilgamesh:

«He cerrado mi puerta

y subí a la terraza

Déjame saber acerca de tu viaje»


Gilgamesh le dijo a la tabernera:

«Mi amigo Enkidu y yo

hemos juntado fuerzas

Subimos las montañas

Matamos al Toro del Firmamento

Destruimos a Humbaba

que vivía en el bosque de cedros

y cazamos leones en las montañas que cruzamos»


La tabernera le dijo a Gilgamesh:

«Si Enkidu y tú fueron quienes mataron a Humbaba

que vivía en el bosque de cedros

cazaron leones en las montañas que cruzaron

y mataron al toro que bajó del firmamento

¿Por qué están tus mejillas tan hundidas?

¿Por que está tu rostro tan desolado?

¿Por qué está tu ánimo en la miseria?

¿Por qué está tu mirada tan devastada?

¿Por qué en tu corazón hay tristeza

y tu rostro refleja alguien que viene de lejos?

¿Por qué tu rostro está quemado

por la escarcha y por la luz del sol?

¿Por qué vagas por el desierto

vestido con una piel de león?»


Gilgamesh le dijo a la tabernera:

«¿Por que no deberían mis mejillas estar hundidas?

¿Por que no debería mi mirada estar tan devastada?

¿Por que no debería haber tristeza en mi corazón?

¿Por que no debería mi rostro reflejar

alguien que viene de lejos?

¿Por qué no debería mi rostro estar quemado

por la escarcha y por la luz del sol?

¿Por qué no debería vagar por el desierto?

Mi amigo Enkidu

asno de las tierras altas

pantera del desierto

Mi amigo a quien quise tanto

quien atravesó conmigo cada peligro

Mi amigo Enkidu a quien quise tanto

El destino de los mortales se apoderó de él

Seis días lloré por él y siete noches

No entregué su cuerpo para el entierro

hasta que un gusano salió de su nariz

Entonces me aterré de que también yo moriría

Me atemoricé de la muerte

y por eso vago por el desierto

En lo que se ha covertido mi amigo

ha sido demasiado para soportar

Desde entonces vago por el desierto

¿Cómo puedo mantenerme tranquilo?

Mi amigo a quien amé se ha vuelto arcilla

Mi amigo Enkidu a quien amé se ha vuelto arcilla

¿Acaso no seré también como él

y me acostaré para no levantarme otra vez

por toda la eternidad?»


La tabernera le dijo a Gilgamesh:

«¿Por qué Gilgamesh andas vagando?

La vida que tú buscas no vas a encontrarla

Cuando los dioses crearon la humanidad

impusieron la muerte en la humanidad

guardando la vida en su poder

Tú Gilgamesh llena tu estómago

Regocíjate día y noche

Haz que cada día sea agradable

Renueva día y noche la alegría

Mantén tus ropas limpias

Lava tu cabeza y vierte agua pura sobre ella

Cuida de aquél pequeño que te toma de la mano

Deja que la mujer se regocije sobre tu pecho»


Gilgamesh le dijo a la tabernera:

«Dime ahora tabernera

dónde está la ruta hacia Utanapishtim

Dime dónde está su límite

Dame su señal

Si es que puede hacerse

cruzaré el océano

Si es que no puede hacerse

vagaré por el desierto»


La tabernera le dijo a Gilgamesh:

«Oh Gilgamesh nunca ha habido una ruta

ni nadie cruza el océano

desde los ancestrales días

Solo el valiente Shamash cuza el océano

¿Quién además del dios Sol

podría cruzar el océano?

El cruce es peligroso

su ruta llena de riesgos

y en el medio

yacen las Aguas de la Muerte

bloqueando el paso

Además Gilgamesh

Una vez que hayas cruzado el océano

cuando hayas alcanzado las Aguas de la Muerte

¿Qué harás entonces Gilgamesh?

Allí está Urshanabi

el barquero de Utanapishtim

y las criaturas de piedra están con él

El está juntando piñas

en el medio del bosque

Ve entonces y déjale ver tu rostro

Si es que puede hacerse

cruza con él

Si es que no puede hacerse

da la vuelta y retorna»


Gilgamesh escuchó estas palabras

tomó el hacha en su mano

sacó la daga de su cinturón

y se arrastró lentamente cayendo como una flecha

sobre las criaturas de piedra que tripulaban la barca

que no sufrían daño en las Aguas de la Muerte

en el vasto océano


Gilgamesh las destrozó en su furia

y las arrojó al rio

En medio del bosque resonó su grito


Urshanabi vio el brillo y levantó el hacha

pero Gilgamesh le sostuvo el brazo hacia abajo

tomándolo de la cabeza


Urshanabi lo miró a los ojos y le dijo:

«Dime cuál es tu nombre

Yo soy Urshanabi

barquero de Utanapishtim el distante»


Gilgamesh le dijo a Urshanabi:

«Gilgamesh es mi nombre

Soy quien viene de Uruk

quien se abrió camino por las montañas

hacia el oculto sendero por el que se eleva el sol»


Urshanabi le dijo a Gilgamesh:

«¿Por qué están tus mejillas tan hundidas?

¿Por que está tu rostro tan desolado?

¿Por qué está tu ánimo en la miseria?

¿Por qué está tu mirada tan devastada?

¿Por qué en tu corazón hay tristeza

y tu rostro refleja alguien que viene de lejos?

¿Por qué tu rostro está quemado

por la escarcha y por la luz del sol?

¿Por qué vagas por el desierto

vestido con una piel de león?»


Gilgamesh le dijo a Urshanabi:

«¿Por que no deberían mis mejillas estar hundidas?

¿Por que no debería mi mirada estar tan devastada?

¿Por que no debería haber tristeza en mi corazón?

¿Por que no debería mi rostro reflejar

alguien que viene de lejos?

¿Por qué no debería mi rostro estar quemado

por la escarcha y por la luz del sol?

¿Por qué no debería vagar por el desierto?

Mi amigo Enkidu

asno de las tierras altas

pantera del desierto

Mi amigo a quien quise tanto

quien atravesó conmigo cada peligro

Mi amigo Enkidu a quien quise tanto

El destino de los mortales se apoderó de él

Seis días lloré por él y siete noches

No entregué su cuerpo para el entierro

hasta que un gusano salió de su nariz

Entonces me aterré de que también yo moriría

Me atemoricé de la muerte

y por eso vago por el desierto

En lo que se ha covertido mi amigo

ha sido demasiado para soportar

Desde entonces vago por el desierto

¿Cómo puedo mantenerme tranquilo?

Mi amigo a quien amé se ha vuelto arcilla

Mi amigo Enkidu a quien amé se ha vuelto arcilla

¿Acaso no seré también como él

y me acostaré para no levantarme otra vez

por toda la eternidad?

Dime ahora Urshanabi

dónde está la ruta hacia Utanapishtim

Dime dónde está su límite

Dame su señal

Si es que puede hacerse

cruzaré el océano

Si es que no puede hacerse

vagaré por el desierto»


Urshanabi le dijo a Gilgamesh:

«Tus propias manos Gilgamesh

han impedido tu cruce

Destruiste las criaturas de piedra

y las arrojaste al rio

Toma el hacha en tu mano

ve al bosque

y corta trescientos botadores

cada uno de cinco varas de largo

para impulsar la barca

pódalos y adorna cada uno con un relieve

entonces tráelos»


Gilgamesh escuchó estas palabras

tomó el hacha en su mano

sacó la daga de su cinturón

y se dirigió al bosque


Cortó trescientos botadores

cada uno de cinco varas de largo

los podó y adornó cada uno con un relieve

entonces se los trajo al barquero


Gilgamesh y Urshanabi tripularon la barca

Colocaron la barca en el agua

y la tripularon ellos mismos


En tres días realizaron una travesía

de un mes y medio

y Urshanabi llegó a las Aguas de la Muerte


Urshanabi le dijo a Gilgamesh:

«Prepárate Gilgamesh

Toma el primer botador

No dejes que tu mano toque las Aguas de la Muerte

para que no se marchite

Toma un segundo botador Gilgamesh

un tercero y un cuarto

Toma un quinto botador Gilgamesh

un sexto y un séptimo

Toma un octavo botador Gilgamesh

un noveno y un décimo

Toma un decimoprimer botador Gilgamesh

y un decimosegundo»


Al número trescientos

Gilgamesh había usado todos los botadores

por eso Urshanabi se quitó sus ropas

Gilgamesh se quitó sus ropas

y con los brazos extendidos

armó un velamen


Utanapishtim observaba a Gilgamesh en la distancia

y tomando consejo de su propia mente

se dijo a sí mismo:

«¿Por qué están

las criaturas de piedra de la barca todas rotas

y alguien que no es el barquero viene en ella»


Gilgamesh le dijo a Utanapishtim:

«Utanapishtim

quien vivió tras el diluvio»


Utanapishtim le dijo a Gilgamesh:

«¿Por qué están tus mejillas tan hundidas?

¿Por que está tu rostro tan desolado?

¿Por qué está tu ánimo en la miseria?

¿Por qué está tu mirada tan devastada?

¿Por qué en tu corazón hay tristeza

y tu rostro refleja alguien que viene de lejos?

¿Por qué tu rostro está quemado

por la escarcha y por la luz del sol?

¿Por qué vagas por el desierto

vestido con una piel de león?»


Gilgamesh le dijo a Utanapishtim:

«¿Por que no deberían mis mejillas estar hundidas?

¿Por que no debería mi mirada estar tan devastada?

¿Por que no debería haber tristeza en mi corazón?

¿Por que no debería mi rostro reflejar

alguien que viene de lejos?

¿Por qué no debería mi rostro estar quemado

por la escarcha y por la luz del sol?

¿Por qué no debería vagar por el desierto

vestido con una piel de león?

Mi amigo Enkidu

asno de las tierras altas

pantera del desierto

Mi amigo Enkidu y yo

hemos juntado fuerzas

Subimos las montañas

Matamos al Toro del Firmamento

Destruimos a Humbaba

que vivía en el bosque de cedros

y cazamos leones en las montañas que cruzamos

Mi amigo a quien quise tanto

quien atravesó conmigo cada peligro

Mi amigo Enkidu a quien quise tanto

El destino de los mortales se apoderó de él

Seis días lloré por él y siete noches

No entregué su cuerpo para el entierro

hasta que un gusano salió de su nariz

Entonces me aterré de que también yo moriría

Me atemoricé de la muerte

y por eso vago por el desierto

En lo que se ha covertido mi amigo

ha sido demasiado para soportar

Desde entonces vago por el desierto

¿Cómo puedo mantenerme tranquilo?

Mi amigo a quien amé se ha vuelto arcilla

Mi amigo Enkidu a quien amé se ha vuelto arcilla

¿Acaso no seré también como él

y me acostaré para no levantarme otra vez

por toda la eternidad?»


Gilgamesh le dijo a Utanapishtim:

«Yo pensé

Encontraré a Utanapishtim el distante

de quien la gente habla

y recorrí viajando toda la tierra

crucé todos los océanos

Muchas veces pasé a través de terribles montañas

De dulce reposo mi rostro tiene demasiado poco

Me moritfiqué andando sin dormir

He llenado mis nervios con tristeza

¿Y qué he conseguido con mi esfuerzo?

He alcanzado a la tabernera

cuando mis ropas ya estaban desechas

He cazado oso, hiena, león, pantera

guepardo, ciervo y bestias del bosque

He comido su carne y he desollado sus pieles

Ahora permite que la puerta de la tristeza se cierre

Permite que su puerta sea sellada y cubierta de brea

para que por mi bien no interrumpa más la danza

para estar feliz y despreocupado»


Utanapishtim le dijo a Gilgamesh:

«¿Por qué Gilgamesh

persigues siempre la tristeza?

Tú creado con carne de dioses y humanos

a quien lo dioses modelaron como tu padre y madre

¿Te has comparado alguna vez con los insensatos?

Colocaron un trono en la asamblea

y te dijeron: 'Siéntate'

El insensato recibe las sobras en vez del manjar

el afrecho y el trigo en vez de la harina

El se viste con ropajos en vez de finas ropas

en lugar de cinturón se ata una vieja cuerda

porque no tiene consejeros que lo guien

sus asuntos no reciben consejo

¿Has pensado en él Gilgamesh?

¿Quién es su amo?

Por la noche la luna viaja

los dioses están despiertos y vigilantes

desde tiempos ancestrales

Ahora considera Gilgamesh

si los templos de los dioses

no tuvieran quien los aprovisionara

Ellos tomaron el destino de Enkidu

pero tú te esforzaste y ¿Qué conseguiste?

Con esfuerzo incesante acabaste exhausto

Has llenado tus nervios con tristeza

adelantando el fin de tus días

El ser humano es cortado

como una caña en un cañaveral

el joven agradable

la joven hermosa

todos son llevados por la muerte

Nadie ve a la muerte

nadie ve su rostro

nadie escucha su voz

La muerte tan salvaje

es quien arranca a los humanos

¿Por cuánto tiempo contruimos nuestras casas?

¿Por cuánto tiempo hacemos nuestros nidos?

¿Por cuánto tiempo los hermanos dividen su herencia?

¿Por cuánto tiempo los feudos se expanden en la tierra?

Siempre el rio se ha levantado

y nos ha traído la inundación

la mosca flotando en el agua

su figura se refleja en el rostro del sol

entonces de pronto nada queda allí

entonces de pronto nada queda allí

Lo que ha sido arrancado y los muertos

cómo se parecen

Nunca se ha visto la imagen de la muerte

Nunca en la tierra los muertos han saludado a alguien

Los grandes dioses Anunnaki reunidos en asamblea

fijaron los destinos

Han establecido tanto la muerte como la vida

pero el día de la muerte no lo revelan»










CC4 02.jpg
bottom of page