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Tablilla II




Mientras ambos hacían el amor

por siete días y siete noches

él olvidó el páramo en el que nació


Entonces Enkidu se sentó frente a Shamhat

escuchándo lo que ella le decía:

«Te miro Enkidu

y eres como un dios

¿Por qué galopas con las bestias en el páramo?

Ven conmigo

Yo te llevaré a la ciudad amurallada de Uruk

al templo sagrado

hogar del dios Anu y la diosa Ishtar

Donde los hombres se ocupan de sus labores

tú también encontrarás un lugar para ti»

y el consejo de una mujer

halló sitio en su corazón


Ella lo vistió con parte de sus ropas

y de la mano lo llevó como a un dios

al campamento de los pastores


Los pastores se reunieron a su alrededor

mientras comentaban entre ellos:

«Este compañero tiene la contextura

y la estatura de Gilgamesh

orgulloso como un guerrero

De seguro Enkidu ha nacido en las colinas

Tan poderosa es su fortaleza

como una roca caída del cielo»


Colocaron pan delante suyo

y le sirvieron cerveza

Enkidu nunca había comido pan

ni conocía la cerveza


La prostituta abrió su boca y dijo: «Enkidu

Come el pan que es esencial para la vida

Bebe la cerveza que es la riqueza de la tierra»


Enkidu comió pan hasta saciarse

y bebió siete copas llenas de cerveza

Su tensión se relajó y comenzó a cantar

Su corazón se alegró y su rostro se encendió


El peluquero arregló su cuerpo velludo

y untándolo en aceites lo convirtió en un hombre

Tras ponerse ropas se volvió un guerrero

tomando un arma para la batalla

Y por la noche mientras los pastores dormían

él persiguió lobos y espantó leones

Mientras los avezados pastores dormían

su joven pastor Enkidu se mantuvo despierto

Al levantar sus ojos y ver pasar un caminante

le dijo a Shamhat: «Pregúntale qué hace por aquí»

y la prostituta llamó al hombre para decirle:

«¿Hacia dónde vas tan apurado, caminante?

¿Hacia dónde te conduce tu trajín?»


El caminante le dijo a Enkidu:

«He sido invitado al banquete de una boda

como es costumbre entre la gente

el elegir una novia para el matrimonio

y llevo deliciosa comida para la mesa ceremonial

Para Gilgamesh rey de Uruk abiertas están las cortinas

El se acostará por mandato divino

con aquella destinada a ser la esposa

antes que lo haga su novio

pues así fue ordenado

desde que que su cordón umbilical fue cortado»

Y frente a las palabras del caminante

el rostro de Enkidu palideció de rabia


Allí partió Enkidu seguido por Shamhat

y al entrar en la ciudad amurallada de Uruk

una multitud se congregó a su alrededor

examinándolo

«En su contextura física es la imagen de Gilgamesh

aunque menor en estatura y con huesos más robustos

De seguro él es aquél nacido en las colinas

que mamó la leche animal»


En Uruk se llevaba a cabo un festival

en el que los jóvenes se divertían y nombraban un campeón

y como un dios aquél que apareció

era para Gilgamesh un rival


Para la diosa de las bodas la cama estaba tendida

y a juntarse con la novia a la noche

Gilgamesh se dirigía

Pero Enkidu llegó antes y se paró en la calle

para bloquearle el paso a Gilgamesh


La tierra de Uruk lo rodeaba

Una multitud se congregó a su alrededor

Y la muchedumbre rodeándolo

como a un recién nacido le besaba los pies


Para la diosa de las bodas la cama estaba tendida

y como un dios le apareció a Gilgamesh un rival

Enkidu con su pie bloqueó la puerta

de la habitación marital

impidiéndole a Gilgamesh entrar


Ambos se trenzaron en combate

bajo la puerta del cuarto marital

El marco de la puerta se sacudió

y los muros se estremecieron


Ambos se trenzaron en combate

forcejeando como dos bueyes

hasta que Gilgamesh cayó rodilla en tierra

se apaciguó y abandonó la lucha


Tras dejar la pelea le dijo Enkidu a Gilgamesh:

«Como alguien único tu madre te ha criado

La vaca salvaje, la diosa Ninsun

Por sobre los demás tu cabeza se eleva

y para ser rey de tu pueblo

el dios Enlil te ha destinado»


Ambos se besaron

y formaron una amistad


Gilgamesh se lo presenta a su madre diciendo:

«Es el más poderoso sobre la tierra

La fortaleza que posee

es como una roca caída del cielo

Es de gran estatura

y orgulloso como un guerrero»


La madre de Gilgamesh

la diosa Ninsun le dijo:

«Ha nacido silvestre en el páramo

con sus mechones de pelo

que nadie cortaba

y no tiene un hermano»


Allí parado Enkidu

escuchaba y pensaba

Se sentó llorando

Sus ojos llenos de lágrimas

Sus brazos cayeron flojos

Su fuerza debilitada


Se tomaron de la mano

y Gilgamesh le dijo: «Mi amigo

¿Por qué están tus ojos

llenos de lágrimas

tus brazos caen flojos

y tu fuerza debilitada?»


Enkidu le dijo: «Amigo mío

Mi corazón está apesadumbrado

y tiemblo a través del latido

porque el miedo ha entrado en mi corazón»


Gilgamesh abrió su boca diciéndole a Enkidu:

«Vayamos a matar al feroz ogro Humbaba

para acabar con su poder

en el bosque de cedros donde habita

Sorprendámoslo en su propio territorio»


Enkidu le dijo: «¿Por qué quieres hacer eso?

Yo lo conocí amigo mío

en las colinas por las que anduve vagando

de aquí para allá con la manada

Por sesenta leguas el bosque es un sitio desamparado

¿Quién se aventuraría a entrar en él?

Es el diluvio la voz de Humbaba

Su hablar es fuego y su aliento es la muerte

¿Por qué quieres hacer eso?

¿Por qué deseas tanto?

La emboscada a Humbaba

es una batalla que no puede ganarse»


Gilgamesh dijo a Enkidu:

«Hagamos una hazaña

que en la tierra nunca se hizo

Treparé la cuesta del bosque»


Enkidu le dijo: «¿Cómo podremos

llegar hasta Humbaba?

Para cuidar los cedros el dios Enlil

llenó el bosque de hombres terroríficos

Esa es una travesía que no debe hacerse

Quien cuida el bosque de cedros

es Humbaba cuya voz es el diluvio

Su hablar es fuego y su aliento es la muerte

El escucha el murmullo del bosque a sesenta leguas

¿Quién se aventuraría a entrar en su bosque?

Adad está en lo más alto y Humbaba lo secunda

¿Quién llegaría hasta allí para oponérsele?

Para cuidar los cedros el dios Enlil

llenó el bosque de terroríficos hombres

Si penetras en su bosque

eres atrapado por los temblores»


Gilgamesh abrió su boca para hablar

diciéndole así a Enkidu:

«¿Por qué amigo mío hablas como si fueras débil?

Con tus palabras acobardadas me desalientas

Los días de un ser humano están numerados

Lo que sea que él haga no es más que viento

Tú has nacido y crecido silvestre

Hasta los leones te temían

Los hombres adultos huían de ti

y tu corazón fue probado en la lucha

Vamos amigo a la fragua

para que nos forjen hachas de combate

en nuestra presencia»


Se tomaron uno a otro de la mano

y se dirigieron a la fragua


Los herreros se consultaron entre ellos

forjando hachas que pesaban tres talentos

Grandes dagas les contruyeron

de dos talentos sus hojas

de medio talento las crestas de las empuñaduras

de medio talento las monturas de oro

de un talento las armaduras

Gilgamesh y Enkidu cargaban diez talentos cada uno


Cerrando las siete puertas de la ciudad de Uruk

llamó en asamblea a su pueblo que se reunió frente a él

Gilgamesh se sentó en su trono

y la multitud se sentó delante suyo

Así le habló Gilgamesh a los ancianos de Uruk:

«Escúchenme

ancianos de la ciudad amurallada de Uruk

Emprenderé el camino hacia el feroz Humbaba

Veré al dios del que los hombres hablan

cuyo nombre los terrirtorios constantemente repiten

Lo venceré en el bosque de cedros

Que la tierra aprenda

que la arremetida de Uruk es poderosa

Permítanme comenzar la tarea

Yo cortaré los cedros

y estableceré para siempre un nombre eterno»


Entonces Gilgamesh

le habló a los jóvenes de Uruk:

«Escúchenme

jóvenes de la ciudad amurallada de Uruk

que entienden el combate y son tan valientes como yo

Voy a recorrer el sendero distante

y enfrentaré una batalla que desconozco

Tomaré un camino desconocido

Otórguenme su bendición al comenzar la travesía

para que pueda retornar y ver sus rostros

al cruzar la puerta de Uruk

A mi regreso celebraré el año nuevo

y celebraré el festival dos veces en el año

Que el festival tenga lugar

Que el regocijo comience

Que los tambores resuenen

ante la vaca salvaje Ninsun»


Enkidu allí aconsejó a los ancianos

y a los jóvenes de la ciudad de Uruk

que entendían el combate:

«Díganle que no vaya al bosque de cedros

Esa es una travesía que no debe hacerse

Ese es un hombre al que no se le debe enfrentar

Quien cuida el bosque de cedros

tiene un amplio alcance

El es Humbaba cuya voz es el diluvio

Su hablar es fuego y su aliento es la muerte

El escucha el murmullo del bosque a sesenta leguas

¿Quién se aventuraría a entrar en su bosque?

Adad está en lo más alto y Humbaba lo secunda

¿Quién llegaría hasta allí para oponérsele?

Para cuidar los cedros el dios Enlil

llenó el bosque de terroríficos hombres

Si penetras en su bosque

eres atrapado por los temblores»


Los ancianos se levantaron

y y le ofrecieron un bondadoso consejo:

«Gilgamesh tú eres joven

y te has dejado llevar por la emoción

No entiendes acerca de aquello que hablas

El es Humbaba cuya voz es el diluvio

Su hablar es fuego y su aliento es la muerte

El escucha el murmullo del bosque a sesenta leguas

¿Quién se aventuraría a entrar en su bosque?

Adad está en lo más alto y Humbaba lo secunda

¿Quién llegaría hasta allí para oponérsele?

Para cuidar los cedros el dios Enlil

llenó el bosque de terroríficos hombres

Si penetras en su bosque

eres atrapado por los temblores»


Gilgamesh escuchó con atención las palabras

de los ancianos consejeros

y luego miró a Enkidu para decirle riendo:

«Ahora amigo mío estoy asustado

Pero ¿Debería por temor a él

cambiar de opinión?»




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