Mientras ambos hacían el amor
por siete días y siete noches
él olvidó el páramo en el que nació
Entonces Enkidu se sentó frente a Shamhat
escuchándo lo que ella le decía:
«Te miro Enkidu
y eres como un dios
¿Por qué galopas con las bestias en el páramo?
Ven conmigo
Yo te llevaré a la ciudad amurallada de Uruk
al templo sagrado
hogar del dios Anu y la diosa Ishtar
Donde los hombres se ocupan de sus labores
tú también encontrarás un lugar para ti»
y el consejo de una mujer
halló sitio en su corazón
Ella lo vistió con parte de sus ropas
y de la mano lo llevó como a un dios
al campamento de los pastores
Los pastores se reunieron a su alrededor
mientras comentaban entre ellos:
«Este compañero tiene la contextura
y la estatura de Gilgamesh
orgulloso como un guerrero
De seguro Enkidu ha nacido en las colinas
Tan poderosa es su fortaleza
como una roca caída del cielo»
Colocaron pan delante suyo
y le sirvieron cerveza
Enkidu nunca había comido pan
ni conocía la cerveza
La prostituta abrió su boca y dijo: «Enkidu
Come el pan que es esencial para la vida
Bebe la cerveza que es la riqueza de la tierra»
Enkidu comió pan hasta saciarse
y bebió siete copas llenas de cerveza
Su tensión se relajó y comenzó a cantar
Su corazón se alegró y su rostro se encendió
El peluquero arregló su cuerpo velludo
y untándolo en aceites lo convirtió en un hombre
Tras ponerse ropas se volvió un guerrero
tomando un arma para la batalla
Y por la noche mientras los pastores dormían
él persiguió lobos y espantó leones
Mientras los avezados pastores dormían
su joven pastor Enkidu se mantuvo despierto
Al levantar sus ojos y ver pasar un caminante
le dijo a Shamhat: «Pregúntale qué hace por aquí»
y la prostituta llamó al hombre para decirle:
«¿Hacia dónde vas tan apurado, caminante?
¿Hacia dónde te conduce tu trajín?»
El caminante le dijo a Enkidu:
«He sido invitado al banquete de una boda
como es costumbre entre la gente
el elegir una novia para el matrimonio
y llevo deliciosa comida para la mesa ceremonial
Para Gilgamesh rey de Uruk abiertas están las cortinas
El se acostará por mandato divino
con aquella destinada a ser la esposa
antes que lo haga su novio
pues así fue ordenado
desde que que su cordón umbilical fue cortado»
Y frente a las palabras del caminante
el rostro de Enkidu palideció de rabia
Allí partió Enkidu seguido por Shamhat
y al entrar en la ciudad amurallada de Uruk
una multitud se congregó a su alrededor
examinándolo
«En su contextura física es la imagen de Gilgamesh
aunque menor en estatura y con huesos más robustos
De seguro él es aquél nacido en las colinas
que mamó la leche animal»
En Uruk se llevaba a cabo un festival
en el que los jóvenes se divertían y nombraban un campeón
y como un dios aquél que apareció
era para Gilgamesh un rival
Para la diosa de las bodas la cama estaba tendida
y a juntarse con la novia a la noche
Gilgamesh se dirigía
Pero Enkidu llegó antes y se paró en la calle
para bloquearle el paso a Gilgamesh
La tierra de Uruk lo rodeaba
Una multitud se congregó a su alrededor
Y la muchedumbre rodeándolo
como a un recién nacido le besaba los pies
Para la diosa de las bodas la cama estaba tendida
y como un dios le apareció a Gilgamesh un rival
Enkidu con su pie bloqueó la puerta
de la habitación marital
impidiéndole a Gilgamesh entrar
Ambos se trenzaron en combate
bajo la puerta del cuarto marital
El marco de la puerta se sacudió
y los muros se estremecieron
Ambos se trenzaron en combate
forcejeando como dos bueyes
hasta que Gilgamesh cayó rodilla en tierra
se apaciguó y abandonó la lucha
Tras dejar la pelea le dijo Enkidu a Gilgamesh:
«Como alguien único tu madre te ha criado
La vaca salvaje, la diosa Ninsun
Por sobre los demás tu cabeza se eleva
y para ser rey de tu pueblo
el dios Enlil te ha destinado»
Ambos se besaron
y formaron una amistad
Gilgamesh se lo presenta a su madre diciendo:
«Es el más poderoso sobre la tierra
La fortaleza que posee
es como una roca caída del cielo
Es de gran estatura
y orgulloso como un guerrero»
La madre de Gilgamesh
la diosa Ninsun le dijo:
«Ha nacido silvestre en el páramo
con sus mechones de pelo
que nadie cortaba
y no tiene un hermano»
Allí parado Enkidu
escuchaba y pensaba
Se sentó llorando
Sus ojos llenos de lágrimas
Sus brazos cayeron flojos
Su fuerza debilitada
Se tomaron de la mano
y Gilgamesh le dijo: «Mi amigo
¿Por qué están tus ojos
llenos de lágrimas
tus brazos caen flojos
y tu fuerza debilitada?»
Enkidu le dijo: «Amigo mío
Mi corazón está apesadumbrado
y tiemblo a través del latido
porque el miedo ha entrado en mi corazón»
Gilgamesh abrió su boca diciéndole a Enkidu:
«Vayamos a matar al feroz ogro Humbaba
para acabar con su poder
en el bosque de cedros donde habita
Sorprendámoslo en su propio territorio»
Enkidu le dijo: «¿Por qué quieres hacer eso?
Yo lo conocí amigo mío
en las colinas por las que anduve vagando
de aquí para allá con la manada
Por sesenta leguas el bosque es un sitio desamparado
¿Quién se aventuraría a entrar en él?
Es el diluvio la voz de Humbaba
Su hablar es fuego y su aliento es la muerte
¿Por qué quieres hacer eso?
¿Por qué deseas tanto?
La emboscada a Humbaba
es una batalla que no puede ganarse»
Gilgamesh dijo a Enkidu:
«Hagamos una hazaña
que en la tierra nunca se hizo
Treparé la cuesta del bosque»
Enkidu le dijo: «¿Cómo podremos
llegar hasta Humbaba?
Para cuidar los cedros el dios Enlil
llenó el bosque de hombres terroríficos
Esa es una travesía que no debe hacerse
Quien cuida el bosque de cedros
es Humbaba cuya voz es el diluvio
Su hablar es fuego y su aliento es la muerte
El escucha el murmullo del bosque a sesenta leguas
¿Quién se aventuraría a entrar en su bosque?
Adad está en lo más alto y Humbaba lo secunda
¿Quién llegaría hasta allí para oponérsele?
Para cuidar los cedros el dios Enlil
llenó el bosque de terroríficos hombres
Si penetras en su bosque
eres atrapado por los temblores»
Gilgamesh abrió su boca para hablar
diciéndole así a Enkidu:
«¿Por qué amigo mío hablas como si fueras débil?
Con tus palabras acobardadas me desalientas
Los días de un ser humano están numerados
Lo que sea que él haga no es más que viento
Tú has nacido y crecido silvestre
Hasta los leones te temían
Los hombres adultos huían de ti
y tu corazón fue probado en la lucha
Vamos amigo a la fragua
para que nos forjen hachas de combate
en nuestra presencia»
Se tomaron uno a otro de la mano
y se dirigieron a la fragua
Los herreros se consultaron entre ellos
forjando hachas que pesaban tres talentos
Grandes dagas les contruyeron
de dos talentos sus hojas
de medio talento las crestas de las empuñaduras
de medio talento las monturas de oro
de un talento las armaduras
Gilgamesh y Enkidu cargaban diez talentos cada uno
Cerrando las siete puertas de la ciudad de Uruk
llamó en asamblea a su pueblo que se reunió frente a él
Gilgamesh se sentó en su trono
y la multitud se sentó delante suyo
Así le habló Gilgamesh a los ancianos de Uruk:
«Escúchenme
ancianos de la ciudad amurallada de Uruk
Emprenderé el camino hacia el feroz Humbaba
Veré al dios del que los hombres hablan
cuyo nombre los terrirtorios constantemente repiten
Lo venceré en el bosque de cedros
Que la tierra aprenda
que la arremetida de Uruk es poderosa
Permítanme comenzar la tarea
Yo cortaré los cedros
y estableceré para siempre un nombre eterno»
Entonces Gilgamesh
le habló a los jóvenes de Uruk:
«Escúchenme
jóvenes de la ciudad amurallada de Uruk
que entienden el combate y son tan valientes como yo
Voy a recorrer el sendero distante
y enfrentaré una batalla que desconozco
Tomaré un camino desconocido
Otórguenme su bendición al comenzar la travesía
para que pueda retornar y ver sus rostros
al cruzar la puerta de Uruk
A mi regreso celebraré el año nuevo
y celebraré el festival dos veces en el año
Que el festival tenga lugar
Que el regocijo comience
Que los tambores resuenen
ante la vaca salvaje Ninsun»
Enkidu allí aconsejó a los ancianos
y a los jóvenes de la ciudad de Uruk
que entendían el combate:
«Díganle que no vaya al bosque de cedros
Esa es una travesía que no debe hacerse
Ese es un hombre al que no se le debe enfrentar
Quien cuida el bosque de cedros
tiene un amplio alcance
El es Humbaba cuya voz es el diluvio
Su hablar es fuego y su aliento es la muerte
El escucha el murmullo del bosque a sesenta leguas
¿Quién se aventuraría a entrar en su bosque?
Adad está en lo más alto y Humbaba lo secunda
¿Quién llegaría hasta allí para oponérsele?
Para cuidar los cedros el dios Enlil
llenó el bosque de terroríficos hombres
Si penetras en su bosque
eres atrapado por los temblores»
Los ancianos se levantaron
y y le ofrecieron un bondadoso consejo:
«Gilgamesh tú eres joven
y te has dejado llevar por la emoción
No entiendes acerca de aquello que hablas
El es Humbaba cuya voz es el diluvio
Su hablar es fuego y su aliento es la muerte
El escucha el murmullo del bosque a sesenta leguas
¿Quién se aventuraría a entrar en su bosque?
Adad está en lo más alto y Humbaba lo secunda
¿Quién llegaría hasta allí para oponérsele?
Para cuidar los cedros el dios Enlil
llenó el bosque de terroríficos hombres
Si penetras en su bosque
eres atrapado por los temblores»
Gilgamesh escuchó con atención las palabras
de los ancianos consejeros
y luego miró a Enkidu para decirle riendo:
«Ahora amigo mío estoy asustado
Pero ¿Debería por temor a él
cambiar de opinión?»
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